De tranquis, después de la cena. De copas. Recuperando fuerzas con un bocata de madrugada

• Cena anual de la orquesta
28 de enero de 2017

Un año más, y esta vez con un poco de retraso, la Orquesta de Pulso y Púa se ha unido para celebrar su ya tradicional cena de Navidad, un motivo para juntarnos, echarnos unas rías, tomarnos unas copas y entregarnos los regalos del amigo invisible.

El lugar elegido este año para la cena ha sido el Puerto Chico, un bar de la calle Nicasio Pérez, donde pudimos degustar un menú típico de Grecia, con sopa de limón, pollo y arroz, diversas salsas (yogur con pepino, berenjena, queso), brocheta de gambas y calabacín y albóndigas de pollo, además de postre y el vino que no falte.

La cena comenzó a las 22:15 horas para que los compañeros que acudieron al fútbol (Luz y Rodrigo vieron en el campo cómo el Valladolid ganaba 2-1 con remontada al Rayo) tuvieran tiempo para sumarse a la cena. Antes, desde un poco después de las 20:30 horas, quedamos en el bar Astrolabio, en la plaza de San Juan, para ir calentando motores. Alicia fue la primera en llegar. Después les tocó el turno al comando Tudela (Elsa, Miguel Ángel, Jorge, Víctor, Pablo guitarra y Javi) y más tarde se sumaron Ana (con sus meses de embarazo), Pablo bandu y Andrés, que venía de los cines Manhattan. Justo para la cena se sumó Gracia, con afonía y medio gripe incluida.

Durante la cena disfrutamos de una buena charla y de la camaradería que reina en la Orquesta. A su término, y ya mientras en lr estaurante recogían, nos entregamos los regalos del amigo invisible de este año, en el que también participaron varios integrantes de la orquesta que no pudieron venir a la cena (Nohelia, Álvaro, José María y Jesús).

Para que quede como registro, esta fue la cadena de regalos:
Luz regaló a Nohelia, pero como no pudo venir no vimos cuál era su regalo, ni lo que Nohelia regaló a Ana.
Ana regaló a Jorge unas botellas de vino, Jorge a Javier un sujetaguitarras, Javier a Álvaro una botella de vino. Álvaro (por teléfono) dice que le regaló a Miguel Ángel una camiseta y un libro. Miguel Ángel a Jesús un libro. Jesús a Andrés un juego de madera. Andrés a Gracia un libro de salsa. Gracia a Alicia un bolso; Alicia a Pablo un kit de enfermero de broma. Pablo a Luismi un balón de baloncesto, Luismi a Rodrigo varios objetos relacionados con la música (libretas, llaveros, gomas de borrar), Rodrigo a Pablo guitarra una caja de puros, Pablo guitarra a José María un afinador, José María a Víctor un atril (necesario para que no se le caigan las partituras en cada ensayo), Víctor a Elsa una camiseta y taza personalizadas con el lema 'Viva el vino y los laúdes', Elsa a Luz una caja de madera para poner las llaves de casa y ya cerramos el ciclo de nuevo con Luz a Nohelia.

Una vez terminada la cena, Gracia abandonó el grupo por culpa del catarro y la fiesta continuó en el bar "Diez y diez", en la calle Librería, con un festival de mojitos (incluido el de fresa de Luz), un intento de Manequin Challenge que no salió (se nos olvidó poner a grabar la cámara) y un espectáculo en una de las mesas del bar, con dos parejas más pendientes del móvil que de los compañeros de tertulia. Disfrutamos de un rato estupendo hasta pasadas la una y media, cuando el grupo se dividió.

Los más rajados (Víctor, Elsa, los dos Pablos y Ana) se retiraron para casa, mientras que el resto siguió de fiesta. Bailes y copas en La Brújula hasta bien entrada la madrugada y después, un bocadillito para reponer fuerzas. Una estupenda cena de hermandad entre los integrantes de la Orquesta.

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